LOS PRECIOS Y LA INFLACIÓN

En Colombia, y en general en todas las organizaciones sociales, los recursos y productos de que disponen las personas tiene un precio.

Esto ocurre sencillamente porque los bienes y servicios disponibles son limitados y, en consecuencia, resultan escasos frente a las necesidades de cada uno de los miembros de la sociedad.

Los precios expresan la cantidad de recursos, bienes y servicios que es necesario entregar para obtener una cantidad determinada de otros. 

PRECIOS DE MERCADO

La forma más simple y corriente de establecer los precios de los bienes en una economía de libre intercambio, con muchos compradores y vendedores, es el mercado; es decir, que los dos elementos que influyen directamente en la determinación de los llamados precios de mercado son la Oferta y la Demanda.

La Demanda corresponde a la disposición de las personas de pagar una determinada suma y así conseguir un producto o servicio.

La capacidad para demanda bienes en el mercado la determina el nivel de ingresos que logran los distintos miembros de una sociedad por participar en la actividad económica.

En el tema anterior vimos precisamente cómo las empresas pagan salarios a los trabajadores, los cuales son utilizados para demandar productos y servicios de las empresas.

Precios Controlados

El sistema de precios es indispensable en la economía, pues ellos influyen en las decisiones de los individuos y la comunidad en general por el consumo o demanda de unos productos frente a otros.

Sin embargo, en la economía, existen unos precios que no son fijados por el libre juego de la oferta y la demanda, sino que los determinan las autoridades económicas, las cuales, en su propósito de garantizar un adecuado abastecimiento o permitir un acceso más equitativo a un producto o a un servicio, establecen topes máximos o mínimos en la variación de su precio. Son los precios controlados. Es el caso del precio de la gasolina, que lo fija el Gobierno. Con ello se busca impedir que un alza exagerada en el precio del galón de gasolina dispare otros precios, como los fletes que pagan las empresas o los agricultores por el transporte de mercancías y alimentos.

Otros precios controlados por el gobierno son los del transporte en bus, busetas y colectivos urbanos e intermunicipales.

Hasta 1996, los precios de los servicios de agua, energía, telefonía y aseo estaban intervenidos por el gobierno; es decir, éste determinaba los porcentajes de incremento en las tarifas. Pero en los últimos años, con la venta a los particulares, o sea, con la privatización de varias de las empresas de servicios públicos, éstas fijan libremente las tarifas.

Con la aparición de las empresas de telefonía móvil celular aumentó la oferta del servicio de llamadas locales y de larga distancia, lo que provocó la desaparición de una tarifa unida, que era fijada por Telecom y las telefonías regionales.

Precios de Sustentación

Las autoridades económicas también establecen límites al crecimiento de los precios cuando se presentan situaciones de emergencias, como la destrucción, por sequía o invierno, de los cultivos de alimentos que tienen una gran demanda en la población, tales como la Papa, el arroz o la producción de carne y leche.

Igualmente, el Gobierno determina precios mínimos, que son superiores a los que fijaría libremente el mercado. Esta situación ocurre generalmente con los productos agrícolas, en los cuales la variación de los precios es muy inestable, y en algunos casos cae a niveles por debajo de los costos de producción.

Por esto aún encuentras en la economía los llamados precios de sustentación. Un ejemplo es el precio interno de la carga de café, el cual es fijado entre el gobierno y el gremio cafetero, con el propósito de garantizar un ingreso adecuado a los cultivadores del grano.

Por ejemplo, cuando el precio externo de café cae por debajo de los costos que implica producirlo, los caficultores continúan recibiendo el mismo valor pactado en el precio interno. En el caso del café esto es posible porque el Fondo Nacional del café garantiza estos pagos gracias al ahorro que realiza en épocas de bonanza y al recaudo de impuestos del sector cafetero.

Ese diferencial entre el precio internacional y el interno, o de sustentación, garantiza un ingreso más estable para 370.000 familias que en Colombia viven del cultivo del café. Este hecho evidencia la importancia de que el gobierno intervenga en la fijación de precios.

¿ CÓMO APARECE LA INFLACIÓN?

Tras haber examinado el sistema de precios en la economía, se puede evidenciar que éstos son de gran importancia para las familias, las empresas y el gobierno, éste último se ve obligado a intervenir para regularlos, como en el caso de los precios de sustentación.

Sin embargo, en una economía de mercado, es decir, donde los  precios se establecen en el libre juego de la oferta y la demanda de bienes y servicios, estos no tienen una variación estable. por el contrario, tienden a desbordarse, especialmente en las economías subdesarrolladas, donde hay dificultades para el abastecimiento de productos o bajos niveles de eficiencia en la producción.

Surge entonces el fenómeno de la inflación, que consiste en un aumento constante y persistente, a través del tiempo, del nivel general de precios, el cual produce una disminución del poder adquisitivo del dinero.

La lucha contra el fenómeno de la inflación es permanente en Colombia y en las demás naciones del mundo, pues se trata de una especie de “plaga”, que se devora el poder adquisitivo del dinero y es difícil de erradicar. Este fenómeno tiene distintos orígenes.

Inflación de demanda

Una de las causas más frecuentes es la que se conoce como inflación de demanda. Ocurre cuando la capacidad monetaria de la población y del Gobierno resulta excesiva frente a una oferta insuficiente de productos y servicios en la economía.

Una creciente demanda de alimentos, vestuario, vivienda, salud, educación, transporte o servicios públicos, que no es atendida por el sector productivo, induce a un incremento de los precios porque como hay menos productos y más dinero estos pueden venderse más caros.

Inflación de costos

Otra causa tiene que ver con la llamada inflación de costos, que se origina por el lado de la oferta de productos y servicios, los cuales suben de precio en razón de un encarecimiento de las materias primas y de la mano de obra que utilizan.

Expansión monetaria

En los países de América Latina, incluido Colombia, uno de los factores que más ha influido en el proceso inflacionario, y en el empobrecimiento de la población, es el déficit fiscal: para cubrir la diferencia entre bajos ingresos y altos gastos en el sector público, los gobiernos acuden a emitir dinero, lo cual eleva la demanda de productos y servicios, que el aparato productivo no alcanza a atender. 

LA INFLACIÓN EN COLOMBIA

La inflación en el país es ocasionada por la expansión monetaria ( aumento de circulación de dinero) que produce el gasto del Gobierno. Sin embargo, Colombia padece de inflación estructural, término que significa que todos los precios están indicados, o sea, que son reajustados periódicamente con base en la inflación ya ocurrida. Los precios son reflejo de la inflación de años anteriores.

Así, por ejemplo, cuando la inflación se ubicó en 17,68% en 1997, las empresas aumentaron en promedio los precios de sus productos en 17%, el salario mínimo se incrementó 20%, las tarifas de los servicios públicos se elevaron 20% y los arriendos 19%. Esa situación hizo que la tasa de inflación en el año siguiente, es decir en 1998, fuera 16,70%, nivel muy similar al 17,68% del año 1997. La inflación de 1998 fue un retrato de la observada en 1997.

La tendencia de la inflación a crecer con base en los aumentos de los precios de los años anteriores cambió sustancialmente en 1999, cuando por efecto de la recesión económica y la ola de desempleo, los hogares redujeron dramáticamente el consumo de alimentos y la compra de vestuario, vivienda, vehículos. También frenaron la demanda de servicios de educación, salud y recreación.

Esta situación provocó una reducción importante en el ritmo de crecimiento de los precios de los productos y servicios. Fue así  como la tasa anual de inflación cayó de 17.60% en 19998 a 9,23% en 1999. Este porcentaje tan bajo no se observaba desde finales de los años 60, cuando la variación en el Índice de Precios al Consumidor ( IPC) se ubicó alrededor del 5%.

A diferencia de otros países de América Latina, donde ocurrieron inflaciones entre el 160% y el 700% en la década de los 80, Colombia tradicionalmente ha registrado una tasa de inflación relativamente moderada, que durante los últimos 30 años se movió en un corredor entre el 15% y el 32% anual.

La apertura frenó precios

Aunque los resultados de la lucha contra la inflación en el país son bastantes satisfactorios, no puede ocultarse que la reducción de la mima entre 1998 y el año 2000 obedeció en gran medida a la recesión económica.

De todas maneras, Colombia ha logrado avances significativos entre 1990 y 1999: la tasa se redujo, en ese período, del 32% al 9,23%.

Esta disminución de 22,77 puntos en la inflación es atribuida a los siguientes factores:

v     Las reformas estructurales de la economía, que ayudaron a reducir algunos costos en la producción de bienes y servicios.

v     La apertura económica, que incrementó la oferta de productos traídos del exterior, proceso que influyó en la estabilización de los precios de los vehículos, los electrodomésticos y los  alimentos procesados.

v     Con la creación de la Junta Directiva del Banco de la República, se logró un control más estricto a la circulación de dinero y a la disponibilidad de crédito de la economía. Esto facilitó a los directores del Banco de la República cumplir con el mandato constitucional de lograr cada año menores niveles de inflación.

v     Las medidas monetarias que tomó la Junta Directiva del  Banco de la República entre 1997 y 1998 para contener el excesivo endeudamiento de las familias y las empresas disparó las tasas de interés a niveles entre45% y el 55% anual. Este encarecimiento de los préstamos generó una brusca caída en la compra todo tipo de productos y servicios. El derrumbamiento de la demanda de bienes llevó a centenares de empresas a la parálisis y se desató una ola de desempleo sin antecedentes en el país. En consecuencia, la recesión ayudó a bajar la inflación en unos 8 puntos entre 1997 y mayo de 2000.

Si bien es cierto que la disminución en la tasa de inflación mejoró el bienestar de la población al recuperar la capacidad de compra de las familias, la recesión económica ocurrida entre 1998 y 1999 agudizó los problemas sociales, toda vez que unos 600 mil colombianos perdieron sus puestos de trabajo y al caer el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)  del 3,6% en 1997 a  – 4,5% en 1999 bajó la generación de la riqueza y aumentó la pobreza.

Las estimaciones del Banco de la República y de los centros de investigación económica indican que Colombia tendrá entre los años 2000 y 2002 una tasa anual de inflación que oscilará entre 10% y 12,5%.

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